Las actividades diarias como cocinar, lavar y secar la ropa, ducharse, etc... producen grandes cantidades de humedad que queda atrapada en nuestros hogares. A esto hay que añadirle el agua que cada persona exhala por noche.
La falta de aislamiento en paredes también es un factor importante. El agua se condensa en las paredes más frías.
Los pincipales síntomas de la condensación son:
• Desprendimiento del papel de la pared
• Desmoronamiento del yeso
• Pintura estropeada
• Decoloración de alfombras, cortinas y muebles
• Moho en las paredes y techos
• Moho y eflorescencias en objetos de cuero, zapatos, cinturones, etc
• Moho detrás muebles, cabeceros, armarios
• Olores desagradables
El moho puede aparecer en varios tonos de verde, amarillo, rosa, gris o blanco, pero con mayor frecuencia, aparece en color negro. Se forma en cualquier superficie donde pueda encontrar humedad y materia orgánica, ya que es un organismo vivo. El agua (condensación) está fácilmente disponible y su fuente de alimento puede ser pintura, yeso, madera, telas, cuero,... Todos estos elementos son los anfitriones ideales para las esporas del moho.