El invierno está en de camino y probablemente estás pensando en la Navidad y todas las fiestas. Una cosa que también necesitas pensar, aunque no es tan divertido, es preparar tu casa para los meses más fríos. Si no lo haces, podrías enfrentarte a problemas como la humedad, la condensación y el moho.
Durante el invierno, somos propensos a encender la calefacción, especialmente si las temperaturas bajan por debajo de cero. Calentar tu hogar significa que habrá más calor en el aire y como no tiene a dónde ir, puede formarse la condensación. En otras estaciones esto es mucho más fácil de controlar porque se pueden abrir las ventanas y permitir que el aire frío circule. En invierno, no querrás hacer esto ya que hace mucho frío afuera.
Cuando se produce condensación, notarás que el agua bajará por las ventanas y otras superficies frías como puertas, paredes e incluso muebles. Limpiar este exceso de humedad ayudará a manejar el problema pero también necesitarás reducir la humedad ambiental. Invertir en un deshumidificador y encender ventiladores extractores son sólo algunas de las maneras habituales de hacerlo, pero no dan resultado.
Si la condensación se convierte en un problema más grave como la humedad o el moho, es necesario actuar de inmediato. Contactar con un especialista en humedad significa que obtendrás asesoramiento profesional y experto para solucionar el problema de la condensación. Te pueden aconsejar varios tratamientos, entre el que te recomendarán la instalación de un sistema de ventilación mecánica o por insuflación.
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